Palabras por Mirta Ramírez, fundadora de Aspira de Illinois, a la Reunión de la Organización de Padres y Maestros de la Escuela Mirta Ramírez

6 de junio de 2007
Buenas noches:
El equipo de trabajo de esta escuela, la facultad, los padres y los estudiantes bajo el liderato de la Sra. Patricia Muñoz ha trabajado arduamente y con compromiso por 4 años para desarrollar un modelo de enseñanza con la visión de lograr la excelencia para todos. Todavía les queda mucho por hacer. La pasión por la búsqueda de la excelencia para todos require esfuerzo constante.
El esfuerzo a demostrado que sí se puede: 78 de los 79 graduandos de la primera clase graduanda en este plantel caminan firmemente hacia diferentes universidades y sabemos que triunfarán.

Aspira no se creó en Nueva York como un ejercicio intelectual, si no porque había la necesidad de que nuestra juventud fuera respetada, de fortalecer su autoestima y de ser valorados como los seres dignos que son. Tambien se estableció en Chicago porque aquí como en otros estados de esta nación existe la misma necesidad.
Siguiendo sus principios e ideales Aspira inicia una nueva etapa de intervención directa para mejorar la educación de nuestra juventud por medio de las escuelas “charter”.
Ahora me encuentro con que hay incertidumbre, desconfianza y falta de comunicación en todos los niveles. Que hay que desalojar este lugar por orden del Departamento de Bomberos y que la capacidad de la escuela será reducida poniendo en peligro la misión no solamente de Aspira, si no también de la escuela. Tengo la mala espina que la Escuela Mirta Ramírez pueda ser víctima de una reacción desmedida a una aparente falta de planificación que anticipe situaciones como la que hoy existe. Tampoco puedo percibir que se esté constituyendo una burocracia que parece más una caricatura del fracasado sistema escolar de Chicago.
Con todo respeto a la señora Sánchez, Presidenta de la Junta de Directores y al Sr. Rodríguez, CEO de Aspira de Illinois, les pido que se comience el diálogo y honren su palabra cumpliendo su promesa de estos cuatro años de que la Escuela Mirta Ramírez tenga su edificio. Y la solución es bien fácil: pospongan el comienzo del Early College y ubiquen a la Mirta Ramírez con su matrícula completa de 350 estudiantes en el edificio reconstruído en la Pulaski y Belmont.
Si estoy hoy aquí es en defensa de mi nombre. Y en estar segura de que Aspira no pierda su misión, sus principios y su integridad. Mi solidaridad es con la comunidad de esta escuela, maestros, estudiantes, padres y personal de apoyo.